La oratoria ha sido, desde la antigüedad, un arte que permite transmitir ideas y persuadir a otros. Sin embargo, en la actualidad se enfrenta a un nuevo reto: la transición a los escenarios digitales. Hablar frente a una cámara no es lo mismo que hacerlo ante un público presencial; requiere adaptarse a la tecnología, proyectar confianza y mantener la atención a través de una pantalla.
Ventajas de dominar la oratoria digital:
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Incrementa la seguridad personal al expresarse frente a una audiencia virtual.
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Favorece la persuasión y la claridad en la comunicación.
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Potencia la imagen profesional.
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Facilita el acceso a audiencias globales.
Desventajas de no desarrollarla:
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Dificultad para captar la atención del público.
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Mensajes poco claros o malinterpretados.
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Pérdida de credibilidad y profesionalismo.
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Sensación de inseguridad frente a la cámara.